CASO PRÁCTICO
PADRE
Datos:
• Se pone a la altura de los niños
• Le quita autoridad a la madre
• Padre permisivo
Aspectos negativos:
• Necesita madurar y hacerse respetar
• Desconocedor del rol del padre
• Falta de comunicación con la mujer
• Es permisivo, fácil
• No sabe marcar los límites de la libertad de sus hijos
• Falta de seguridad en sí mismo
• Falta de autoridad
Áreas a mejorar:
• Comunicativa
• Autoestima
• Sensibilizarle en el rol de padre y de esposo
MADRE
Datos:
• Permisiva
• Muy protectora, controla todo lo que hace
• No sabe qué hacer cuando sus hijos no le hacen caso
• No tiene apoyo de su marido
• Está desesperada
Aspectos negativos:
• Permisiva
• Controladora, protectora
• Autoestima baja
• Falta de autoridad
• No sabe marcar límites
Áreas a mejorar:
• Autoestima ____ Autoridad
• Mediar con el padre
MARÍA
Datos:
• Se quiere salir siempre con la suya
• Amenaza a sus padres
• Rebelde
• Desobediente: no recoge su habitación
• Se mete continuamente con su hermano
• Siempre de malhumor
Aspectos negativos:
• Tiende a saltarse límites
• Rebeldía
• Amenazante
• Cabezona y consentida
• Desobediente
• Celos
• Llama la atención
• Malhumorada
• Interesada
Áreas a mejorar:
• Mejorar los límites que le imponen: busca límites
• Autocontrol
• Celos
• Egocentrismo, llamada de atención
ANTONIO
Datos:
• No hace caso a sus padres
• No cumple las normas
• Inadecuado hábito de sueño
• “Castígame, me da igual”
• Amenazante
• Apego a su padre
• Pega
Aspectos negativos:
• Insolente
• Desobediente
• Problema de sueño
Área de mejorar:
• Sueño
• Reglas y límites
• Autocontrol
• Tolerancia y frustración
PRIORIDADES
• Padres
1. Área de la comunicación
a. Que no se lleven la contraria
b. Compartir las mismas normas de convivencia
i. Derechos y deberes de pareja (hacer un contrato de contingencia)
c. Asumir cada uno los roles de padre y madre
2.
TÉCNICAS
• Padres:
1. Entrevista de padre y madre por separado, donde cada uno nos cuente lo que piensa sobre el otro. Haremos una lista con aquello que más les gusta y disgusta
2. Terapia de pareja, el finalizar el día, evaluar un poco el día:
a. Respeto
b. Cautela en el lenguaje que emplean, que sea afectuoso, pero no en exceso
c. Fomentar la comunicación entre ellos
3. Hablarles de la función de padres, sensibilizarle con el rol que le corresponde. Que hagan una dieta variada de carne, verdura, pescado…
No hacerles caso aunque monten una pataleta. Tiempo fuera.
4. Que ellos reconozcan aquellos aspectos que deben modificar en la actitud de sus hijos.
5. Que intenten pasar el mayor tiempo posible con los niños, haciendo actividades lúdicas que agraden tanto al niño como a la niña: juegos de mesa (twister, party, monopoly…) ir al cine, ir al merendar al burguer…
PADRE
1. Hacerle ver que pese a que haya límites hacen de ello un ambiente cálido. Hacerle caer en la cuenta de la influencia y el poder que tiene el padre sobre el hijo. No puede resbalar sus funciones de padre.
2. Saber que debe apoyar a su mujer, y comunicarse más con ella. Dar más refuerzos positivos a su mujer por la labor que hace.
MADRE
3. Subirla la autoestima nosotros como profesionales
4. Que su marido le reconozca su esfuerzo personal en el hogar y lo refuerce positivamente por ejemplo llevándole a cenar el sábado, o el domingo a tomar las cañas…
5. Quitarle el síndrome de “madre araña”, que sea menos controladora
En primer lugar hemos considerado necesario realizar una entrevista previa con el padre y con la madre en este caso por separados, a fin de cada uno de ellos pueda expresarse con mayor libertad y sin sentirse cohibidos por la presencia de su cónyuge.
En esta entrevista les pediremos a cada uno que nos digan aquellos aspectos de su pareja que más les agradan y por el contrario también aquellos otros que más les desagradan con la idea de unirlos posteriormente en otra reunión, esta vez ya a los dos juntos, para que cada uno conozca lo que su pareja piensa sobre él/ella.
Con los datos recabados en estas dos entrevistas haremos a nuestro modo de ver una pequeña terapia de pareja, ya que desconocemos el nivel económico de la familia y de lo que se trata es de que en la medida de lo posible nosotros utilicemos en un primer momento los recursos que están al alcance de nuestra mano y no tanto de derivar las necesidades a cometidos específicos.
El objetivo de nuestra terapia es favorecer la relación entre ambos, para ello les vamos a dar unas pequeñas nociones sobre algún aspecto muy concreto que deberán ir trabajando cada semana, extraído de la entrevista que tuvimos previamente con ellos por separado. Cada uno de ellos deberá esforzarse a lo largo del día en llevar a la práctica el propósito de esa semana. Al finalizar el día se reunirán y uno le contará al otro todo aquello en lo que cree que ha mejorado y lo que considera debe seguir trabajando. No obstante, cada semana como hemos dicho tiene un propósito específico en el que deberán hacer más hincapié.
Así por ejemplo, la primera semana trabajarán el respeto mutuo. Esto se concretará en respetar los turnos de palabra, respetar las decisiones que cada uno de ellos tome respecto a sus hijos, y en casa de que discrepen en pensamiento dialogarán sobre la mejor solución…
La segunda semana tratarán de ser cautos y tener cuidado en el lenguaje que emplean para dirigirse el uno al otro, pues deben ser conscientes de que los niños en cierta medida van a responder a sus acciones e impulsos como vean actuar a sus padres. Además en este caso concreto en el que los niños se caracterizan por faltar el respeto, pegar, amenazar… a sus padres, deben encontrar en éstos el modelo a seguir. Deberán emplear un lenguaje coloquial digno de una buena educación, evitando en todo momento alzar el tono de voz, insultos, palabras malsonantes…
La tercera semana intentarán buscar momentos para favorecer la comunicación entre ellos. La buena comunicación ocupa un lugar fundamental en el buen desarrollo de las relaciones familiares. Los niños deben observar que sus padres pueden discrepar en ideas pero hay muchas maneras de decir las cosas, “hablando se entiende la gente” Esto les va a servir para ver que sus padres muchas veces no comparten las mismas opiniones, pero se trata de poner en común las ideas siempre desde el respeto y la tolerancia. Además, en el caso concreto de la niña, debe hacerse consciente de que ya tiene cierta edad para montar numeritos y con esa rebeldía no va a llegar a ningún sitio. Si quiere ser considerada adulta es hora de que empiece a comportarse como tal. Con frecuencia les preguntaremos sobre su evolución en la “terapia”
En el próximo encuentro que tengamos con ellos les informaremos de su función como padres, definiendo lo mejor posible cada uno de sus roles. Deben ser conscientes de la responsabilidad que tiene educar a los hijos y cada uno debe sensibilizarse con su rol hasta tal punto desempeñe su papel en la práctica lo mejor posible.
Por ejemplo, referente al padre hemos de decir que debe saber que ser padre no equivale a ser amigo, y que ser padre no descarta la cercanía con los hijos. Él es quien tiene la autoridad junto a su mujer en lo que a los hijos respecta, y por tanto no debe ponerse a su altura.
En cuanto a la madre no debe perder la esperanza, pues en parte está actuando correctamente, pero no debe permitir que la situación le desborde. Un aspecto que debe mejorar es que la comida debe ser la misma para todos y cada uno de ellos; es conveniente que establezca una dieta sana, equilibrada y variada y que todos participen de ella.
Por ejemplo, otro de los aspectos que conviene tratar es que no deben hacerles caso cada vez que monten una papeleta. En estos casos es mejor utilizar la técnica de “tiempo fuera”, por la que mandarán al niño/a a su habitación (u otro lugar similar) y cuando se les haya pasado se dialogará con ellos sobre lo sucedido y se tomarán las medidas oportunas.
Finalmente les aconsejaremos que traten de pasar con sus hijos el mayor tiempo posible. Para ellos les proponemos realizar actividades todos juntos tales como: ir a merendar al burguer, ir al cine, ir a patinar, juegos de mesa o derivados (party, twister…) En este sentido deben ser conscientes de que tratarán de buscar actividades que vayan agradando a la niña y al niño, o al menos alternando, porque es cierto que debido a la diferencia de edad los intereses pueden variar bastante.
Una vez que les hayamos hablado un poco de su papel como padres, les invitaremos a que examinen aquellos aspectos conductuales que cambiarían de cada uno de sus hijos, a fin de evaluar si ellos por sí solos saben encontrar dónde debe estar el límite.
A continuación concretamos de manera más explícita aquellos aspectos a trabajar de manera más profunda con el padre y la madre de manera individualizada
En primer lugar hay que trabajar con el padre el rol que le corresponde como figura paterna. Junto con el orientador realizarán una lista de cosas que el padre debe hacer y cosas que no debe hacer. Luego se subrayarán las cosas que ya cumple y las que no cumple referentes a su rol como padre (no poner límites a sus hijos, falta de seguridad, falta de autoridad…)
A partir del reconocimiento del padre de sus carencias, se llevarán a cabo las siguientes actividades:
1. El primer aspecto a tratar será el de la autoestima, ya que estoy implica la seguridad en sí mismo y la autoridad. Para ellos debemos concienciar al padre de que son sus hijos y que por ello tiene que tratarles como tal y que sobre él recae la máxima autoridad en relación a ellos. Por ello deberá hacerse respetar en todo momento y debe hacerles saber que aunque es cierto que se tiene que dar un diálogo entre ambos, él es al fin y al cabo quien tiene la última palabra.
2. Bajo ningún concepto podrá contradecir a su mujer delante de sus hijos en cuestiones que impliquen a ambos.
3. A continuación se establecerán los límites dentro de casa (Sobre todo en aspectos que le competen a él directamente por su actitud con los niños)
a. A la hora de la cena, no se preguntará a los niños qué es lo que quieren cenar, ni se les dará opción a elegir. Tienen que ser conscientes de que tienen que llevar a cabo una dieta variada y su madre es la que marca la misma.
b. Les mandará a dormir a la hora que hayan acordado.
c. Les mandará tareas los fines de semana, como ir a por el periódico… haciéndoles saber así que su contribución también es importante para el buen funcionamiento de su entorno familiar.
Y así con el resto de actividades familiares…
4. Y, muy importante, no dejará que sus hijos hagan siempre lo que ellos quieran, se tendrá que imponer, sin ponerse a la altura de sus hijos y si es necesario castigarles. Por encima de todo debe realzar su figura de padre y por tanto es incuestionable que sobre él recae la máxima autoridad.
En cuanto a la madre trataremos de que consiga mejorar en los siguientes aspectos:
1. Mejoraremos su autoestima, ya que debe ser consciente que está haciendo bien con su labor, pero no debe perder la esperanza ni abandonar su papel por desesperación en ningún momento. Debe trabajar para que estas situaciones, hasta que lleguen a solucionarse, no la desborden psicológicamente hablando.
2. Mandar tareas cotidianas a sus hijos, hacer la cama, poner la mesa, tener limpio y ordenado su cuarto, etc.
3. Imponerles horas de estudio si no se han cumplido, dejarles sin televisión por la noche o internet.
4. A la hija ponerla horarios de salida y llegada con sus amigas. Es aconsejable que evite preguntar o intentar saber en exceso a lo que se dedica en ese tiempo.
5. Cuando sus hijos se ponen a chillar, no seguirles la discusión. La mejor opción es “tiempo fuera”, que consiste en mandarles a su cuarto y cuando se les haya pasado hablar con ellos. Debe evitar todo aquellas circunstancias con ellos que le resulten irritables, pues de lo contrario su labor materna se verá perjudicada.
A continuación vamos a relatar aquellos aspectos, así como las técnicas que creemos convenientes emplear para modificar la actitud de cada uno de los hijos.
Aquí presentamos un cuadro resumen de las técnicas que vamos a utilizar.
Para el caso de Antonio, dado que aún está en una etapa infantil es muy sensible aún a las contingencias del medio tanto positivas como negativas, es por ello que trabajaremos con él a través de técnicas operantes como son la economía de fichas para conseguir la conducta adaptativa combinada con técnicas de coste de respuesta para extinguir las conductas disrruptivas.
En cuanto a los hábitos de sueño trabajaremos desde un enfoque de higiene de sueño generando una rutina entorno al sueño, ejemplo cena, baño, cuento, y a dormir….siempre realizando este ritual a una determinada hora y en unos determinados espacios.
Respecto a la conducta desafiante: tiempo fuera; para ello habilitaremos una sala o habitación con poca estimulación y esperaremos a que se le pase el berrinche durante un periodo de 7 minutos. Será importante atender a las siguientes informaciones:
• Aplicar la técnica de manera contingente
• Avisar previamente de la aplicación del procedimiento
• NO prestar atención ni expresar disgusto o enfado mientras se lleva al sujeto a la zona de aislamiento.
• NO finalizar el aislamiento cuando el sujeto este realizando una conducta desadaptativa.
• Incluir conductas restitutivas si el sujeto altera la zona de aislamiento (ensucia, desordena)
Referente a la agresión física al padre; se empleara el tiempo fuera, mas el coste de respuesta, en este sentido se le aislara y se le eliminaran las fichas que hasta entonces haya conseguido. Por este orden primero tiempo fuera y luego coste de respuesta. Las indicaciones para llevar a cabo este proceso serán las arriba indicadas.
Economía de fichas; Es una técnica específica para desarrollar conductas incipientes y también para disminuir conductas problemáticas, como la de saltarse los límites. En ella intervienen el reforzamiento positivo (las fichas que el alumno ganará por las respuestas deseadas) y el castigo negativo (las fichas que perderá por hacer conductas no deseadas).
La técnica consiste en establecer un sistema de refuerzo mediante la utilización de unas pequeñas fichas o tarjetitas (gomets, clips, etc.) para premiar las conductas que se desean establecer. Realizando las conductas que se determinen previamente los alumnos son recompensados con fichas que posteriormente son intercambiadas por reforzadores materiales y/o sociales que, en un principio se han acordado con el profesor.
Para utilizar correctamente el sistema de fichas, previamente y de modo conjunto deberán fijar claramente el valor de las fichas o puntos que se otorguen y las conductas que van a ser premiadas será importante determinar
Qué conducta objetivo se quiere reforzar; y es la de obedecer a las figuras paternales.
Qué tipo de reforzadores se va aplicar; comestibles, juguetes, refuerzo social. Eso habría que valorarlo
Establecer una programación que refuerce al principio las conductas aproximativas para posteriormente ir reforzando sólo la conducta objetivo, hasta que en una última fase se proceda al desvanecimiento del programa.
Concretar aspectos contextuales como; quien, cómo, cuándo y dónde reforzar, P EJ: los padres reforzaran con fichas al final de cada día tras la cena familiar.
En el anexo I adjuntamos un modelo de ficha canjeable para la técnica economía de fichas.
El caso de María es delicado ya que está en una etapa difícil. La adolescencia está marcada por cambios de humor pues es una etapa de afirmación y descubrimiento personal. Teniendo en cuenta los aspectos que caracterizan este periodo y examinando su caso en conjunto a la situación familiar que está experimentando, proponemos una serie de cambio de conductas marcando las técnicas que hemos considerado más apropiadas para conseguirlo.
Ya que se trata de una etapa difícil la comunicación de los padres con María será esencial. A través de la comunicación, María afianzará el vínculo con su familia. Lo primero que haremos será establecer una entrevista personal recogiendo datos sobre sus gustos y sus sentimientos con respecto al ambiente que vive en el núcleo familiar. Estos datos nos permitirán establecer un acercamiento hacia ella. Este será el punto de partida de nuestra intervención con María.
Es muy importante que la adolescente sea tratada durante todo el proceso como una persona adulta. Le ayudaremos a diseñar un horario en el que se estén claramente definidas las tareas a realizar diariamente, en este proceso se incluye el orden en su cuarto y un adecuado horario de estudio. El horario lo deberá establecer ella con unas pautas que nosotros le daremos.
Así pues, por ejemplo, en el caso del horario escolar, le aconsejaremos, a fin de obtener mayor rendimiento en sus estudios, que dedique las primeras horas a realizar aquellas tareas de dificultad medio, continuando después por lo que le resulte más difícil, y dejando para el final las asignaturas más fáciles, ya que es en este momento en el que va a notar más cansancio y su rendimiento puede verse afectado.
Si el horario diario es llevado adecuadamente y cumple con todos los objetivos, cada día su esfuerzo se verá recompensado con veinte minutos para conectarse a internet. Es muy importante ser muy consistente y firme con la consecución de los objetivos para lograr cambiar la conducta. De manera que María sienta que sus procesos tienen recompensa. También es muy importante el refuerzo positivo de las tareas, para animarla y motivarla. De la misma manera, cada día que no cumpla lo acordado se le extinguirá el refuerzo positivo.
El papel de adulto también incluye otro tipo de responsabilidades tales como el papel de hermano mayor como base de ejemplo para su hermano pequeño. Estableciendo estos roles pretendemos que María adopte las responsabilidades y deberes que le corresponden a su edad y evitar los celos con su hermano. Así pues, María deberá portarse bien, cumplir con el horario diario…en definitiva, adoptar todo comportamiento apropiado para su edad. De manera lógica, si resulta adulta para tener una actitud adecuada, debe saber que esta madurez le concede ciertos privilegios (uno de ellos irse más tarde a dormir, ver la televisión…) Resaltamos que en este caso no queremos que María lo interprete como un refuerzo positivo, sino que el hecho de ser adulto conlleva una serie de responsabilidades y también de ventajas.
Así mismo, pensamos que si le involucramos en cositas sencillas se sentirá importante y valorada. Esto es muy importante ya que pensamos que María demanda continuamente llamadas de atención al ser tratada como una niña pequeña y no tener una figura de autoridad definida que le ponga límites. Los límites le darán seguridad y confianza y con ello pretenderemos eliminar las amenazas a los padres y erradicar la rebeldía y el malhumor. Para ello haremos un registro de ambas partes (padres y María), dejando claro las normas que deben regir su comportamiento, para que no haya discusiones sobre la interpretación de los hechos.
A continuación, realizaremos con María un entrenamiento en autocontrol, para que no salte a la mínima. Trabajaremos con ella algunas técnicas sencillas de relajación, o incluso nociones básicas de pilates… y si le gusta incluso se le oferta la opción de asistir a este tipo de actividades.
En situaciones de tensión aconsejamos a los padres que no discutan con ella y que busquen un momento cuando estén tranquilos para dialogar. Ante situaciones difíciles le mandarán por ejemplo a su habitación hasta que se apacigüe y reflexione sobre lo sucedido (tiempo fuera)
Por último, para asegurarnos que disminuye la rebeldía y el malhumor, estableceremos la técnica de “coste de respuesta”. Esta técnica consiste en retirar algún reforzador positivo inmediatamente después de un comportamiento negativo. Para ello es bueno elaborar con María un listado de conductas deseables y no deseables de manera que pueda apreciar lo que gana por emitir conductas positivas y lo que pierde por las conductas negativas. Como consecuencia de sus malas conductas se le aplicará un castigo negativo, por ejemplo le quitaremos el móvil... Será conveniente motivarla para que no tenga nada que perder.
Si a lo largo de la semana sus padres consideran de manera global que su actitud ha cambiado para bien (teniendo en cuenta aquellos aspectos acordados en el contrato de contingencia) su esfuerzo se verá doblemente recompensado, pues tendrá la posibilidad de salir con sus amigas el sábado por la tarde y además le darán la paga que acuerden para su edad (Anexo II)
ANEXOS
• ANEXO I: Modelo de ficha canjeable
ANEXO II
• ANEXO II: Modelo de contrato de contingencias bilateral
Puestos de común acuerdo tanto los padres……………………………… como…. ………en calidad de hij@.
Consienten en aceptar lo siguiente:
Hij@:
Se compromete a realizar las siguientes conductas:
A cambio de estas conductas obtendrá las siguientes recompensas
Padres
Se comprometen a realizar las siguientes conductas
A cambio de estas conductas obtendrás las siguientes recompensas
El incumplimiento por cualquiera de las partes de este contrato, supondrá:
Este contrato será efectivo desde el día de la fecha, y tendrá una vigencia de X días, periodo tras el cual será revisado y renegociado por las partes implicadas:
Firma Hij@ Firma padres Firma del terapeuta
No hay comentarios:
Publicar un comentario